Descubren el fósil de un bagre de 200.000 años de antigüedad

Un equipo del Museo Paleontológico de San Pedro realizó un nuevo hallazgo de gran relevancia en el yacimiento de “Campo Spósito”: el fósil de un bagre de 200.000 años. La pieza, parte del cráneo del pez, fue descubierta durante tareas de muestreo en el Bajo del Tala que realizaban  José Luis Aguilar (Director del Museo Paleontológico de San Pedro), la Dra. Analía Forasiepi (IANIGLA-CONICET) y el Sr. Damián Voglino (el primero en observar el fósil en el terreno),  Este nuevo descubrimiento refuerza la teoría de que la zona fue un río prehistórico, lo que abre nuevas perspectivas para comprender la fauna y el ecosistema de la región durante el Pleistoceno medio. El pequeño hueso, de apenas 2 centímetros, proporciona valiosa información sobre las características del curso de agua y las especies que lo habitaban.

Se retiró el Ingeniero Joaquín González del INTA (por las Mariana Piola y Lorena Peña)

El suelo y la política son dos ejes de su vida que uno recupera a poco de hablar con él. Después de 43 años de servicio, Joaquín se retira del INTA que lo recibió en Bariloche y lo saluda en San Pedro.
De familia trabajadora, cuando le tocó elegir la facultad, optó por la Universidad de La Plata que le brindaba la mejor propuesta y no estaba mucho más lejos que las otras alternativas de su Banfield natal. 

Combinó el estudio con el trabajo y apenas se recibió ingresó al INTA. Aún recuerda cómo llegó a la aún pequeña Bariloche en 1971, luego de un interminable viaje en tren. Allí lo esperaba el área de Suelos con 4 auxiliares y todo por hacer. Así comenzó a especializarse en este tema que lo tuvo a lo largo de su vida en el INTA. En Bariloche nació Fernanda, su hija mayor, su esposa fue maestra de escuela de frontera, y comenzó un vínculo que nunca se cortaría con el INTA. Cinco años más tarde, el INTA le deparó como destino, San Pedro.
Si bien sus primeros años trabajó en manejo de suelos y nutrición en cultivos agrícolas como la soja, pero posteriormente la organización institucional lo llevó a especializarse en fruticultura, donde conduzco ensayos de manejo de suelos y fertilización en cultivo de duraznero, determinando su relación con las condiciones físicas y químicas del suelo, crecimiento vegetativo, radicular, estados fenológicos, rendimiento y calidad de la fruta.
Ya instalado en la localidad bonaerense, en 1981 viaja a la Universidad Politécnica de Madrid a realizar sus estudios de especialización en Manejo y Fertilidad de Suelos. Universidad Politécnica de Madrid. Más tarde, en 1987, tuvo la oportunidad de formarse en caracterización de Sustratos en la Universidad de Gent. Bélgica.
Visitó numerosos centros de investigación de España, Bélgica e Italia con los que mantuvo importantes relacionamientos en trabajos científico-técnicos. Participó en trabajos de calibración de métodos para la fertilización de trigo y arveja y nutrición de frutales cítricos y de carozo. Desarrolló metodologías de intersiembra de soja en el cultivo de trigo, métodos de labranzas para suelos de la zona en cultivos agrícolas y frutícolas, técnicas analíticas de residuos orgánicos, compost y sustratos, como así también el uso de enmiendas orgánicas en cultivos hortícolas.

Fue profesor cursos de postgrado del INTA en convenio con distintas instituciones, miembro del Banco de Evaluadores de Proyectos de Investigación y Desarrollo de la Secretaría de Ciencia y Tecnología (UNR), evaluador científico de Proyectos PID del Programa de Fomento a la Investigación Científica de la Provincia de Buenos Aires. Además es autor de más de ochenta trabajos publicados en revistas científicas, congresos nacionales e internacionales y de divulgación en ciencia y tecnología. Desarrolla trabajos en compostación, efectos de la materia orgánica en las condiciones físicas y químicas del suelo en sistemas orgánicos y convencionales y de caracterización física y química de sustratos.
Antes de su retirada, deja un libro que se presentará en los próximos días y que expone una caracterización profunda y detallada de los suelos en la costa norte de Buenos Aires. A través de medio centenar de mapas que siguen a una introducción para leerlos, González aspira a dejar la experiencia recogida a lo largo de su carrera en INTA.