Una vivienda de San Martín al 2.700 fue desvalijada mientras sus moradores dormían.
La casa es lindera a un pequeño negocio, en donde también robaron.
Marisa Pérez, la damnificada, relató a La Radio que su hija la llamó, a las 3 de la madrugada, para advertirle que escuchaba ruidos en la puerta del negocio. De ese sector, los ladrones se llevaron la balanza, garrafas, una moto y una bicicleta.
Lo más preocupante fue los asaltantes ingresaron a la vivienda de los niños, revisaron el ropero, robaron ropa y se llevaron “hasta las pastillas para matar mosquitos”, según el relato de la víctima. Todo, mientras los chicos dormían.