El partido Unión con Fe dio cuestionó al Intendente Pablo
Guacone. En un comunicado, se muestran preocupados por “la salud emocional” del
mandatario comunal.
También cuestiona el incumplimiento de los compromisos
asumidos con los médicos y se refieren a la forma en que la conducta de Guacone
puede afectar la gobernabilidad en San Pedro.
En el párrafo más duro del comunicado, sostienen que “se
auto glorifica y se inventa logros jamás conseguidos”.
Este es el comunicado enviado por Unión con Fe:
“La embriaguez del
poder
Un nuevo compromiso
asumido y un nuevo incumplimiento. Se reitera y se cae en el mismo pozo de
incertidumbre hacia el futuro. Queda evidenciado con esta nueva protesta de los
médicos que pertenecen a la CICOP y personal de Carrera Médica Hospitalaria,
por falta de pago en sus haberes en término. Y a eso se le suma el depósito de
los sueldos de los empleados de Planta Permanente, días después de lo que
indica la ley, que sería dentro de los primeros cinco hábiles de cada mes.
Se firmaron
documentos por ello, dando el aval de restablecer un orden y una tranquilidad
hacia todos. Pero parecería que lo que se rubrica con la mano, se borra con el codo
o más preocupante es, cuando creemos que podemos hacer y deshacer a antojo.
A esto, cuando en
pleno recinto del Honorable Concejo Deliberante de San Pedro, el representante
del Bloque Unión con Fe, Horacio Neyra, dijo a principios de este año, que
estaba intranquilo por la salud emocional del Intendente Municipal, no era un
palabrerío político oportunista, se trató de un serio planteo hacia sus pares,
pues no lo veía por entonces, encuadrado y encaminado en sus funciones y
decisiones.
Sin embargo, con el
transcurso de los meses, hoy el mismo concejal, llama a la reflexión de toda la
población porque ve que se profundizó aún más esta enfermedad del poder que
“parecería” padecer nuestro primer mandatario comunal.
A simple vista,
similar al cuadro clínico que los especialistas denominan “Síndrome de Hubris”;
que proviene de la Antigua Grecia y que caratulaba a aquellos que actuaban con
total desmesura. Síntoma que en los últimos 100 años, se acentuó con grandes
personalidades en todo el mundo.
Y San Pedro hoy, no
esta ajeno a ello.
Nos encontramos en
una situación crítica, desde lo político, social, institucional, económico,
productivo, sanitario… y se puede extender la lista por donde se camine en todo
el territorio del Partido.
Quien conduce los
destinos y el futuro de cada uno de nosotros no da cuenta de eso, parece vivir
en otra realidad. Queda de manifiesto cada vez que se lo consulta y redobla la
apuesta acusadora contra quienes quieren aportar un pensamiento o una opinión
distinta. La respuesta siempre es la misma: “me quieren desestabilizar”. Y
allí, es donde radica el verdadero problema.
No hay que sentirse
único en la historia. La crítica no es destructiva cuando se piensa en la
ciudadanía. Hay que saber escuchar a los demás. Este orgullo desmedido y esa
confianza exagerada ensordecen a la hora de tomar decisiones.
En política hay que
tener pasión pero no llevarlas al extremo. Se cae en la falta de control al
momento de manejar los impulsos y se termina sumergido en un carácter
irracional y desequilibrado.
Puede también que
demasiada confianza desatienda los peligros generados por su propia y única
creencia de ver el mundo. Y se cae en un abismo cuando se carece de humildad.
Creer saberlo todo
y de todo es signo de suprema soberbia y ese orgullo no deja mirar, todo lo
contrario, ciega. Y lleva a un
aislamiento paulatino, cosa que viene sucediendo desde que asumió en el
Ejecutivo Municipal y con quienes colaboraban con él desde este cuerpo
legislativo.
El filósofo
Británico Bertrand Russell dijo; “cuando la modestia no está presente en una
persona con poder, ésta se encamina hacia un cierto tipo de locura llamada “la
embriaguez del poder”.
Realmente la
preocupación es grande. Vemos muchas coincidencias entre lo expuesto y lo
percibido. El intendente municipal padece estos indicios de narcisismo. Se auto
glorifica y se inventa logros jamás conseguidos. No hace falta contar como está
San Pedro, la caminamos todos los días.
Pero los expertos
explican que existe una vacuna contra todo ello. Se trata de ejercitar
concientemente y metódicamente la “humildad”. Es hora de ponerla en práctica,
por el bienestar del pueblo que representa”.