El Director Provincial del Registro de Expendedores de Bebidas Alcohólicas, Juan Lauro, habló esta mañana a través de La Radio, sobre los operativos desarrollados el fin de semana, que terminaron con la clausura de tres locales nocturnos.
Piratas, Ponte Guapo y Oriente fueron infraccionados por el organismo provincial, en una tarea que contó con el apoyo de autoridades municipales y de la policía local.
“Junto a los inspectores del Ministerio de Salud hacemos controles de rutina. Con el intendente Guacone venimos trabajando hace una semana. Antes de hacer un operativo venimos trabajando con las licencias que tiene San Pedro.
Las licencias del REBA sirven para comercializar alcohol, y esa licencia la otorga el Municipio” precisó el funcionario provincial.
Como hecho destacado del resultado de las inspecciones, Lauro señaló que “muchos negocios de San Pedro no cuentan con esa licencia, que es el primer eslabón de la cadena, después comprobamos que cumplan con el horario, que no le vendan a menores”.
Además, reclamó el apoyo de los dueños de los boliches: “Le pedimos a todos los comerciantes que pasen por el Municipio y anotarse en un registro para que se les otorgue la licencia REBA”.
Lauro verificó durante los controles la realidad que se evidencia todos los fines de semana en nuestra ciudad: “Muchos bares funcionan como discotecas. Van al municipio y sacan categoría para un bar que es un lugar en donde alguien puede tomar algo pero no a la música con el volumen que estaba en San Pedro”. Otras faltas detectadas es la presencia de mayor cantidad de gente que la permitida por la habilitación, y menores consumiendo alcohol.
“En un lugar para cien personas había cuatrocientas. Y nos llamó la atención la cantidad de menores de edad que había en los lugares. Encontramos menores de 13, 14 o 15 años consumiendo alcohol dentro de los locales” detalló.
El titular del REBA adelantó que programaron “una serie de operativos para estar durante todo el año una o dos veces por mes”.
Para Lauro “hay un tema familiar, porque encontramos un chico de once años estaba dentro de un bar a la madrugada y los vecinos nos decían que son las seis de la mañana cuando salen los chicos alcoholizados”.