Vecinos de diferentes barrios de la ciudad manifestaron sus quejas por los problemas que se generan ante la saturación de la red cloacal.
En Aulí y Manuel Iglesias las aguas servidas inundaron la calle, provocando serios inconvenientes a los habitantes de la zona, que conviven con un olor nauseabundo. Además, la zona se tornó intransitable.
En proximidades de la Escuela Normal, el desobstructor de la Dirección de Servicios Sanitarios sacó de la red trapos, bolsas, botellas y hasta sábanas y ropa interior. El taponamiento de las cloacas ocasionó anegamientos en los baños del establecimiento educativo.