La nota enviada por el Departamento Ejecutivo para comunicar su renuncia al Comité de Crisis incluye cinco puntos.
El primero indica que “el espíritu de consenso no se alcanzó por las partes intervinientes” porque las “diferentes posiciones no solo no generan aportes efectivos sino que condicionan las decisiones de este Ejecutivo”.
El Intendente entiende que “el pedido expreso del comité se vio prontamente alterado por la iniciativa de un sector político que anunció un plan con medidas inconsultas con el resto del comité”. La referencia es al proyecto presentado por el bloque del Frente de Todos.
Además recuerdan que dispusieron “la aplicación de medidas de fondo a través de un decreto de emergencia que está vigente” y que fue desacreditado por el comité.
Luego de ratificar sus decisiones sobre las bonificaciones y reclamar que otros sectores, como los gremios, apliquen medidas similares, el Intendente y su gabinete cuestionan el funcionamiento mismo del comité: “Estar presente en el comité de crisis es ser convocado a una retórica de crítica y es un espacio de catarsis sin la autocrítica de todos los sectores. Las urgencias requieren de un mejor aprovechamiento del tiempo”.