Adalberto Álvarez, delegado municipal en Pueblo Doyle, reconoció esta mañana, en declaraciones a La Radio 92.3 que, después de los incidentes del fin de semana, que terminaron con tres personas heridas, “se tocó fondo”.
“Ahora veremos cuáles son los pasos a seguir, porque el refuerzo de la policía estaba y sigue, por miedo a una situación difícil” sostuvo el funcionario.
“En la cabeza de nadie que viviera en Doyle cabía lo que pasó, por la tranquilidad que tenía esta localidad. No cabe en la cabeza de nadie. La gente sigue asustada. Lo que quieren los vecinos de Doyle es vivir con tranquilidad” agregó Álvarez.
Con relación a las reiteradas quejas formuladas por los vecinos y el reclamo de que echen del pueblo a los integrantes de la familia Bianchi, dijo que “tienen la impotencia de cualquier vecino que se crió y vivió de una forma, y ve cómo tiene que vivir hoy”.