Valentín Metz, un joven de Villa Ramallo, fue víctima de un caso que se registra en poco más del 1% de los casos registrados.
El 28 de diciembre, el adolescente de 15 años fue mordido por una víbora, y luego de seguir el protocolo habitual de salud, y el posterior seguimiento clínico, sufrió una recirculación de veneno, producto de una picadura severa del ofidio, muy poco frecuente en nuestro país.
Juan Desposito, médico clínico del Hospital Gomendio, y amigo de la familia, quien sigue de cerca el caso del joven, explicó lo sucedido al portal “Ramallo Ciudad”.
“Valentín Metz, hizo una hemorragia intraventricular, es propio de la recirculación del veneno de la víbora, eso son muy pocos casos contados en el país, casos muy pocos reportados en el país, no tenemos estadística, de otros países, como Colombia y Estados Unidos”, reveló.
En este sentido, precisó que “recirculación del veneno quiere decir que vos le hacés el suero antiofídico, lo bloqueaste, lo mandás al paciente a la casa, pero a la semana, es tanto el veneno que introduzco el ofidio, que a la semana puede recircular y es muy agresivo y hay que hacerle dosis nuevas de suero antiofídico que es lo que se hizo”.
El profesional precisó que “los tiempos de coagulación estaban tan alterados que las complicaciones son hemorrágicas, y él las hizo a nivel interventricular, entonces lo que se hizo es ponerle una válvula descompresiva, para que no tenga presión en el cerebro, y tuvo en asistencia respiratoria, ahora lo sigue estando pero se está tratando de quitarle el respirador”.
El cuadro, indicó, es sumamente delicado: “Es una complicación que se ve en el 1,111 % de todos los mordidos por víboras, y justo nos tocó a nosotros en Ramallo, es simplemente mala suerte, no lo digo yo, lo dicen los especialistas en Buenos Aires”.
Valentín se encuentra internado en el Hospital San Felipe de San Nicolás.