Un gravísimo episodio de violencia de género se registró ayer en nuestra ciudad.
Una joven de 17 años fue víctima de un brutal ataque por parte del padre de su hijo. El sujeto se presentó en su casa y la golpeó a puñetazos y patadas, arrojándola posteriormente al suelo.
Para completar la cobarde agresión, la pisó cuando estaba tirada en el piso.
Si bien las lesiones fueron “leves” en términos legales (por el tiempo de recuperación que demandan), las características de la agresión disparan un nuevo alerta sobre las posibles consecuencias de este tipo de situaciones.
Más aún, teniendo en cuenta que la víctima no instó al seguimiento de acciones penales contra el agresor.