Descubren el fósil de un bagre de 200.000 años de antigüedad

Un equipo del Museo Paleontológico de San Pedro realizó un nuevo hallazgo de gran relevancia en el yacimiento de “Campo Spósito”: el fósil de un bagre de 200.000 años. La pieza, parte del cráneo del pez, fue descubierta durante tareas de muestreo en el Bajo del Tala que realizaban  José Luis Aguilar (Director del Museo Paleontológico de San Pedro), la Dra. Analía Forasiepi (IANIGLA-CONICET) y el Sr. Damián Voglino (el primero en observar el fósil en el terreno),  Este nuevo descubrimiento refuerza la teoría de que la zona fue un río prehistórico, lo que abre nuevas perspectivas para comprender la fauna y el ecosistema de la región durante el Pleistoceno medio. El pequeño hueso, de apenas 2 centímetros, proporciona valiosa información sobre las características del curso de agua y las especies que lo habitaban.

“Pedí por favor que venga el médico, que venga el ginecólogo, el fiscal, y no venía nadie”

La madre de la chica de 15 años que sufrió un brutal episodio de robo y abuso durante el fin de semana en un cumpleaños, habló sobre el sufrimiento de su familia y las situaciones que atravesaron luego del hecho. 
“Es una pesadilla que quiero que termine, que sea mentira” indicó, en declaraciones a Visión Regional y La Radio. 
“Fui al lugar pensando que le habían robado. Hasta mi hija me decía que le habían querido robar, en su grado de inocencia, después de todo lo que había atravesado” recordó. 

“Los traigo y en el viaje me va contando. No termino de caer, y no terminaba de comprender cómo en una fiesta de 15 pasaba eso. Hay cosas que no las puedo ni decir. Ella lo único que pedía es bañarse. Le hice una serie de preguntas con mi marido y después fuimos a la Comisaría. Ahí empieza otra tortura” sostuvo la madre. 
“En algún momento se quebraba, pero yo le decía cómo hacía para no llorar, y me decía “estoy viva, estaban relocos, nos apuntaban con un arma en todo momento, agradezco estar viva, que zafamos…” explicó. 
 La mujer reconoció que tuvo que dejar de escuchar, por momentos, la declaración de su hija en la Comisaría. 
“Pedí por favor que venga un médico forense, un ginecólogo, el fiscal de turno. Nadie venía. Entraba gente a cada rato a interrumpir la declaración cuando estaba declarando. En esa situación en un momento hasta vino un policía hombre y se sentó cuando estaba declarando. Necesitaba saber los datos de los que estaba en el hospital, y quería saber quiénes y cuántos eran” contó. 
En ese lugar, comenzó un recorrido sin respuestas: “En la última parte se sentó un policía y le pregunté por qué no están allanando el lugar. Hay un celular con el que sacaban fotos, y pedía que recuperen ese celular, que secuestren el arma. El fiscal nunca vino mientras yo estuve”. 
La falta de atención posterior al hecho terminó revictimizando a la familia: “Yo pedía por favor que venga el médico. Llamé al médico personal y me dijo que había doce horas para que tome la medicación. Tuve que atravesar todo el hospital hasta llegar a maternidad. El hospital es decadente, ya estar ahí. Ni sábanas había. Viene el forense, sin ginecólogo, le conté más o menos. Ella lo contó también. Hizo un hisopado. Le pedí por favor que no la vaya a revisar, porque mi hija me pedía que en esa parte no”. 
“Recién a las 11 de la mañana pude hablar con el ginecólogo. Faltaban cuatro horas para que tome la medicación y yo no sabía qué tenía mi hija en la sangre. Vine a mi casa, nadie me llamó. No sabía qué hacer” agregó. “Me la paso de acá para allá descuidando a mis hijas. No tendría que estar mendigando todo lo que estamos mendigando” expresó la madre.