Manuel Frías, el efectivo policial sospechado desde el primer momento de estar implicado en el asalto que terminó con el asesinato del teniente Gabriel Reyna, fue exonerado de la fuerza por el Ministerio de Seguridad.
Frías fue detenido horas después del hecho, y aunque recuperó la libertad, siguió procesado, bajo la sospecha de ser uno de los responsalbes de la "logística" previa a robo a la Joyería Taibo.
El trámite administrativo en el Ministerio estaba detenido a la espera de la recopilación de todas las pruebas del caso.
Las pericias realizadas en los teléfonos celulars de los delincuentes, incluyendo el cruce de llamadas, y otras pruebas, resultaron determinantes para que Asuntos Internos decida separarlo definitivamente de la fuerza.