Un hombre oriundo de Capital
Federal donó un fósil de la Antártida al Museo Paleotológico de San Pedro.
Se trata de un amonite, moluscos
cefalópodos que habitaron los mares del mundo desde el Devónico (unos 400 millones de
años) hasta el Cretácico (hace unos 65 millones de años).
El hombre, Sergio Gustavo
Bocchio, lo tenía en su casa desde hace 20 años. Se lo había dado un amigo de
su familia quien, por su carrera militar, solía realizar viajes al continente
antártico.
Bocchio era un interesado en
el mundo de los fósiles, y atesoró el regalo por varios años hasta que, en una
de sus escapadas a San Pedro, conoció el Museo Paleontológico. Luego volvió con
el fósil que cedió definitivamente al Museo “Fray Manuel de Torres”.
“Los amonites estuvieron
emparentados con los pulpos y los calamares que hoy conocemos y su diversidad de formas y tamaños fue verdaderamente
importante. Algunas especies medían tan sólo unos pocos milímetros mientras que
las más grandes llegaron hasta los 3 metros de diámetro, convirtiéndose en
verdaderos gigantes del mar”, señalaron desde el Museo.
Los amonites desaparecieron, coincidentemente,
durante la gran extinción de los dinosaurios.