Más de 10 mil personas pasaron por la muestra Las Tres Copas

La Liga Deportiva Sampedrina recibió a miles de personas a lo largo de este sábado, en el marco de la exposición Las Tres Copas.  Estimaciones realizadas por el Círculo de Periodistas Deportivos, coorganizador de la muestra, indican que alrededor de 10 mil personas durante las 9 horas de apertura al público. 

Un joven de Río Tala denunció ser víctima de golpes y brutales maltratos en la Comisaría

Elías Carrizo, un joven oriundo de la localidad de Río Tala, denunció a policías de la Comisaría de San Pedro por apremios ilegales luego de su aprehensión, en la madrugada del domingo 26 de abril. 
Carrizo, que es hijo, sobrino y hermano de policías, hizo pública la situación en la red social Facebook y brindó declaraciones a La Radio 92.3 explicando lo sucedido. 
“Esto fue el domingo 26. Me encontraba en la estación de servicio de Mitre y 3 de Febrero. Paro para ingresar al baño y comprar cigarrillos, y en ese momento entrecruzo palabras con una persona y sigo caminando. Uno de los que integraba ese grupo con el que discutí viene y me empieza a agredir, e intento defenderme” sostuvo el joven. 

 La violencia por parte de la policía comienza, según la declaración de Elías, tras la intervención para separar la pelea. “Cuando me defiendo, de la nada aparecen dos policías y empiezan a agredirme. Me esposan y me tiran arriba del patrullero. Me patearon en la espalda cuando estaba esposado con las manos atrás y me tiraban las manos hacia arriba. Así a las patadas, pisotones y trompadas me llevaron hasta la comisaría” indicó. 

La situación se torna cada vez más violenta: “Cuando llegamos me bajan y me ingresan al patio atrás. Cuando estoy en el patio me paran contra la pared, en donde ya había otros tres o cuatro muchachitos que estaban aprehendidos. Aparecen cuatro o cinco policías masculinos y otro femenino, uno de ellos diciendo “acá están los machitos” y diciendo que si peleábamos en la calle nos iban a sacar las esposas para que nos peleáramos entre nosotros. Cómo les digo que no voy a pelear, uno de los efectivos que está atrás mío se enoja y dice que si soy bocón que pelee con él. Al negarnos a esto nos empujan contra la pared con cachetadas, trompadas y patadas”. 
 El ingreso al calabozo no fue menos traumático: “Un calabozo de tres por dos y medio que estaba ocupado por un banco de cemento en L, no había agua ni nada. Había una parecita con un inodoro de cemento tipo letrina hasta arriba de materia fecal y orina rebalsado en la mitad del piso del calabozo. A las 6 o 7 de la mañana fue que me llevaron. Me pasan al calabozo pero en ningún momento me notifican de nada. Estuve hasta las 14 cuando me dan la libertad. Estaba con un ojo negro, marcas en la espalda y tengo un corte en la oreja derecha, que en ese momento me sangraba”. 

Durante su permanencia en la Comisaría, un médico policial se hizo presente para verificar su estado: “No me acuerdo si eran 9.30 o 10 aparece el oficial a cargo y nos vienen a fichar. Otra vez maltrato, ante la negativa porque no sabía por qué estaba. Me decían si quería cobrar de nuevo, y me decían que me hacía el “cocorito” y si era abogado. Luego de tres horas nos dieron una botella de litro y cuatro para seis que éramos en el calabozo. Antes de que nos fichen nos dicen que va a venir el médico de policía, y que dijéramos que no había nadie lastimado y que si no hablábamos en un ratito nos íbamos a la casa. Nos dijeron que nos podían tener algunas horas o cinco días. El médico llega a las 11 de la mañana cuando hacía cuatro o cinco horas que estábamos detenidos. Cuando exclamo que estaba lastimado me dice que gire la cabeza, me mira la oreja y me dice que no es nada”. 
La denuncia fue formulada en la Fiscalía local el martes pasado.