Aníbal Righetti, propietario de Arenera del Litoral, dijo esta mañana, a través de La Radio 92.3 que “la real medida de las consecuencias” de la intensificación de los controles a camiones, “empezará a verse con el tiempo”.
Righetti reconoció que “hay situaciones en que el control lleva al control y el desorden al caos, pero en este caso, cuando hay control, se produce un corrimiento instantáneo de cargas”.
Para Righetti “arreglar, se arregla fácil: con un control generalizado en toda la zona, que pueda llegar desde el Gran Buenos Aires hasta San Nicolás, pero el problema es que siempre van apareciendo nuevas cabeceras de distribución en donde no hay control”.
En concreto, el empresario confirmó que “cuando el camión llega a San Pedro y le dicen que no le pueden “echar kilos” se va vacío a otro lado, adonde le conviene al camionero, porque el camión tiene ruedas”.
El negocio de la sobrecarga, aclaró, está en el valor del flete: “Si vos ves el valor en sí del producto, es poco comparado con el valor del flete. La diferencia la mueve el dueño del camión. Está en que ese camión que carga 10 toneladas más viene o no viene a la ciudad. Y ahí está en donde uno dice que si no hay un control generalizado en la zona, esto perjudica a la ciudad”.
De todos modos, aclaró que “hay muchas empresas que vienen y cargan como se debe, aunque empresario arenero se acomodó a su clientela y si bien muchas empresas van a reglamento con el camión tapado y en condiciones, te encontrás con otras situaciones en que eso no pasa”.