Una nueva edición de "Frutos de la tierra y el río" tiene lugar este sábado en las carpas montadas en Hipólito Yrigoyen, entre Mitre y Pellegrini.
Por tercer año consecutivo, los productores familiares y artesanales de la zona disponen de un espacio único para ofrecer sus propuestas a los consumidores.
La propuesta incluye frutas y hortalizas de estación, plantines florales, de aromáticas y también para ir armando la huerta (de tomates en sus diferentes variedades, apio, albahaca, entre otros).
Asimismo, se ofrecerán plantines forestales, plantas de jardín, árboles, kokedama, cactus, suculentas y también compost para las plantas.
En relación a los productos alimenticios, habrá dulces sólidos, mermeladas y miel; quesos de distintos tipos y conservas artesanales. Además, los visitantes podrán degustar pescado fresco cocinado en el momento en preparaciones sencillas y sabrosas
Otros productos que podrán adquirirse son lana de oveja hilada a mano, tejidos y productos de fieltro de amplia variedad; conejos y huevos; crema de caléndula y propóleos.
“Somos pequeños productores de los alrededores de la ciudad”, explica María Ester Miceli cuando invita a participar a la feria. Es que en nuestro territorio hay muchos productores que producen alimentos y otros artículos relacionados a la producción local. La feria permite acceder a ellos a un precio relativamente menor, pero por sobre todo, aportar al desarrollo de familias rurales que con sus labores diarias trabajan para que nos lleguen alimentos a nuestra mesa.
Alrededor del 60 % de las empresas agropecuarias de nuestro territorio, pertenecen a la agricultura familiar. El trabajo con este sector representa un compromiso y a la vez un desafío para las instituciones que colaboran en la realización de la feria “Frutos de la tierra y el río”. “Desde las instituciones que acompañamos la feria, buscamos que esta experiencia sirva para dar pasos hacia una comercialización formal, por lo que se ha gestionado el monotributo agropecuario, el RENAF, y muchos ya cuentan con su libreta sanitaria”, explica una de las técnicas involucradas en la organización. También han avanzado en la mejora de los procesos productivos y en el caso de los elaboradores de dulces y conservas, cuentan con un Técnico en Alimentos que los orienta y asesora para cumplir con las normas de higiene e inocuidad.