La concejal Sandra Mari habló en sesión durante el tratamiento de la renuncia de su hijo, Matías Chaves, a la Secretaría Legislativa del Concejo Deliberante.
La experimentada edil comenzó su alocución con una ironía dirigida al presidente del cuerpo, Mario Barbieri: “Siento alivio por verlo bien, porque estuve preocupado por su salud. Cuando lo llamamos el lunes nos dijeron que estaba en el baño, y que cuando terminara nos iba a devolver la llamada. Creí que había contraído algún virus o bacteria porque nunca nos llamó”.
Luego de reiterar su relato sobre la “desaparición” de la caja con los documentos vinculados a los expedientes que debían tratarse en la sesión de esta mañana, remarcó las contradicciones en las declaraciones públicas de Barbieri y el Subsecretario Legislativo Martín Pando.
“Uno dice que pidió que le llevaran el expediente a la casa y el otro que lo guardara en la OMIC. Cuando mienten tienen que ponerse de acuerdo. Lamento mucho esto, no tanto por mi hijo, sino por aquellos que teniendo esta mayoría circunstancial que tanto adoran porque los nuevos socios son obedientes en cuanto a las directivas que le dan, podrían haber cambiado al Secretario Legislativo en sesión si querían hacerlo” concluyó.