Matías Morresi, uno de los responsables de una de las principales empresas de empaque del país, habló esta mañana, a través de La Radio 92.3, sobre las consecuencias en San Pedro de las nuevas disposiciones del SENASA para prevención del HLB.
Además, se refirió al avance de la enfermedad en los últimos años y los cambios ordenados por el organismo sanitario.
“El HLB es una enfermedad que se viene dando en distintos países que provoca un daño muy fuerte a las plantaciones cítricas. Se decretó en el SENASA una emergencia nacional para que no llegue al país. Hay antecedentes en Estados Unidos y Brasil de muerte de plantas cítricas” precisó el productor.
Morresi informó sobre el régimen que estaba vigente hasta la última semana: “El SENASA dividió el país en zonas, la llamada zona 3 que incluye a Misiones, en donde se detectaron casos de la enfermedad en lugares limítrofes a Brasil y en los patios de casa en donde la plantacíon no es curada. La zona 2 incluye Corrientes y Entre Ríos. La enferemdad se traslada con una chicharrita que contagia. En la Mesopotamia existe la chicarra pero no se detectó ningún caso. San Pedro, Tucumán y Catamarca están detectados como zona 1, porque no se detectó ni el vector ni la enfermedad”.
Sin embargo, las modificaciones generarán un enorme perjuicio para la zona: “En estos años, SENASA aplicó distintos procedimientos para evitar que la enfermedad se distribuya. Cuando traíamos frutas de Entre Ríos y Corrientes, teníamos que aplicarle productos a la fruta para poder eliminar cualquier posibilidad de trasladar el vector, que viene en lo verde, en la rama, en las hojas. La reglamentación permitía traer plantas sin hojas ni frutas. En Enero salió una resolución del SENASA para poder salvar a Misiones. Por noventa días habría que hacer un galpón burbuja y tras noventa días no se puede traer fruta sin procesar entre zonas. Nosotros tendríamos que mudar toda la planta de empaque allá. Todas las empresas que estamos en San Pedro no podríamos traer frutas de Entre Ríos o Corrientes y que nos permiten seguir trabajando. Con la fruta de San Pedro tenemos dos o tres meses de trabajo”.
En total, se verían afectados cientos de empleados de esos galpones: “Estamos hablando de alrededor de 500 puestos de trabajo que se pierden en San Pedro. Estamos tratando de negociar con SENASA. Estamos haciendo fuerza para que nos escuchen, que se nos declare como cuenca frutícola, porque si hasta ahora venimos así, si trasladamos los galpones va a ser cada vez peor”.