La producción en la fábrica Papel Prensa está paralizada desde ayer, jueves y al menos hasta los primeros días de la próxima semana.
Así fue confirmado por trabajadores y representantes sindicales, que informaron que, desde la empresa, informaron que la reanudación de actividades sería entre el lunes y el martes.
La explicación sobre la disminución en los volúmenes de ventas no conforma y generó incertidumbre.
Tanto los empleados como referentes sindicales coincidieron en expresar que la suspensión de actividades puede ser una advertencia en medio de la etapa de negociaciones salariales.
Si bien la caída en la demanda de papel para diarios (originado en el traspaso de lectores hacia plataformas digitales) es un fenómeno concreto, que se profundizará en los próximos años, también hay otros factores que influyen en la situación coyuntural.
Desde el interior de la propia empresa confirmaron una disminución en los insumos. La madera necesaria para la fabricación de papel no está llegando en tiempo y forma por problemas con las inundaciones en las zonas productoras del Litoral. La última “parada” en la fábrica, indicaron desde el gremio, fue durante una situación similar, a principios de este mes.
Reconversión
En simultáneo a la paralización, crece la expectativa por conocer cómo influirá en el futuro de Papel Prensa el nuevo gobierno.
La imprescindible reconversión para paliar las consecuencias de la sostenida y progresiva desaparición de los diarios en papel demoró años por la tensión entre los dueños privados (Clarín y La Nación) y los públicos (el Estado) en tiempos del kirchnerismo.
La apuesta ahora estaría ligada a la obtención de créditos internacionales para financiar este proceso.
Mientras tanto, continúan las pruebas para la fabricación de papel para revistas (más grueso) a una escala comercial.