El cambio de encargado en el Buque Museo “ARA Irigoyen” permitió conocer el estado que presenta uno de los lugares más visitados por los turistas que llegan a San Pedro.
Al deterioro propio de la estructura por la falta de mantenimiento (acumulación de óxido, falta de pintura, roturas) se suma el faltante de elementos como los salvavidas o matafuegos, algunos de los cuales fueron hallados en los pasillos internos o en improvisados depósitos.
Tampoco están el televisor (que se rompió y estaría en la casa de un empleado que lo retiró para llevarlo a reparar) y el reproductor de DVD de la sala de audiovisuales.
Pese a esas condiciones, cientos de turistas y sampedrinos pasaron por el lugar durante el fin de semana largo.
José Luis Aguilar (ex Director de Cultura que impulsó su llegada a nuestras costas) reiteró en varias oportunidades que era uno de los pocos lugares de la administración municipal que podían autosustentarse por los ingresos que genera.
A esto se sumaron, en su momento, las donaciones de pintura y otros insumos por parte de empresas privadas y particulares, interesados en que el histórico barco se mantenga en condiciones.
El ARA Irigoyen participó de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Malvinas. Tras su salida de servicio, la Armada lo cedió a la Municipalidad para transformarse en el tercer buque museo del país.