Una nota difundida por el Comodoro del Club Náutico San Pedro, Marcos Arana, con relación a la grave situación que atraviesa la institución por el avance de la creciente, disparó una polémica entre los socios a través de las redes sociales por el posible aumento de la cuota.
En la carta abierta titulada “Un club social y una fuente de trabajo”, Arana recuerda “el incremento de costos y servicios producto de las medidas tomadas a nivel nacional, provincial y municipal” y la dificultad de poder seguir ofreciendo servicios con la superficie totalmente reducida por la creciente.
Además, remarca que es el principal objetivo asegurar la continuidad de las prácticas deportivas y defender las fuentes de empleo que genera el club con más socios de San Pedro.
“Así es que aunque se intentará minimizar, el efecto del incremento de gastos que debe afrontar el club, ante los inminentes acuerdos salariales de UTEDYC, el gremio que nuclea a nuestro personal, podría derivar en un pequeño ajuste de la cuota social, aun NO determinado NI programado” explica Arana.
Pese a esta última aclaración (no determinado ni programado) muchos socios interpretaron esa posibilidad como un anticipo de un hecho concreto.
Respuesta viral
Un posteo realizado en la red social Facebook por la socia Flor Alvarez se viralizó rápidamente, llegando a ser compartido cientos de veces.
“No pudimos utilizar la totalidad de las instalaciones del club en todo el verano y si bien esto es ajeno (por la creciente), tampoco vimos un plan de contingencia por parte del mismo que nos fuera debidamente informado” indica.
Tras considerar que el ajuste aplicado a principios de este año hace inválida la “excusa” de los vaivenes económicos, la socia hace referencia a la actividad deportiva: “Otro de los justificativos, es el deporte. Apoyo totalmente que como club, se brinde la posibilidad a socios de practicar y defender los colores de la institución. Pero también sepamos, que cada uno de estos, se abona APARTE a la cuota también, por lo que lo recaudado gracias a eso, debería destinarse 100% a esa recreación, compra de materiales y demás. No veo porque debe ser una de las causas del aumento”.
Además, habla sobre las fuentes de empleo del club: “El tema de preservar la fuente de trabajo, me parece altamente primordial. Hoy en día, conseguirlo es muy difícil y valoro que no se tome la decisión de echar personal por no poder desarrollar sus tareas. No lo hacen, porque el club está inundado, no por falta de capacidad o descuido de sus obligaciones. Igualmente, me parece excesivo que todo ajuste salarial sea trasladado al socio, y también, no creo que de 3 a 4 veces al año les aumenten el sueldo a los empleados (veces que aumentan la cuota por año)”.
El extenso descargo incluye además un párrafo en el que menciona que “durante estos 4 meses que el club estuvo parcialmente inutilizado, no se ha invertido ni incurrido en gastos que reflejen mejoras en la institución” y por lo tanto “los ingresos obtenidos durante este tiempo, deberían cubrir gran parte de lo que se necesitare en el futuro para recuperar el club”.
Contra el agua
En medio de esta discusión, el personal del club costero continúa desarrollando tareas a destajo para permitir que las actividades deportivas se sigan desarrollando.
Una pasarela de madera que va desde la cresta de barranca hacia el interior, bordea el restaurante y la sede social (todavía habilitados) termina en el interior de la zona de piletas, utilizada además como guardería para canoas.
Contra lo esperado, las climatizadas continúan funcionando, ya que se realizó un trabajo especial para permitir que los filtros sigan trabajando, pese a que el agua ya bordea la carpa.