Los empleados de la Clínica San Martín aguardan con expectativas por la posibilidad de que la Cooperativa de Servicios comience a gerenciar el establecimiento.
Al mismo tiempo, miran con recelo la posición del único accionista minoritario que se niega hasta el momento a la operación.
En una reunión que mantuvo uno de los accionistas con los empleados informó sobre el avance de las negociaciones, y de las complicaciones surgidas ante la inicial negativa del médico a firmar.
El accionista dejó de atender en la clínica y no participa de las reuniones de directorio hace años.
Los empleados colocaron carteles en el edificio en el que lo califican como “persona no grata en este nosocomio” y lo acusan de “entorpecer la negociación con la COOPSER”.
Yésica, delegada de los trabajadores, habló sobre el médico: “Nos dijeron que es muy frío y no le importa si cierra la clínica. Yo pensé que era diferente porque lo conocí en la clínica y demostraba otra cosa”.