En un nuevo aniversario de San Pedro Ciudad, el Grupo Conservacionista publicó el contenido de uno de los primeros censos realizados en nuestra zona.
En el año 1744 aún no existía el Virreinato del Río de La Plata.
El cargo de Virrey recién se estableció en 1776, siendo el primero en cubrir esa función, Don Pedro de Cevallos.
La extensa comarca que limitaba con la Araucanía, el Alto Perú y las Colonias Portuguesas estaba regida por un Gobernador y Capitán General, designado por el Rey de España. La población de Buenos Aires, era de apenas 9.568 habitantes.
En dicho año de 1744,
por disposición del Alcalde Provincial José Ruiz de Arellano, fundador
de la localidad de San Antonio de Areco, con orden del Cabildo de Buenos Aires,
se realizó un censo que cubrió toda la zona norte de nuestra actual provincia,
comprendiendo el Rincón de San Pedro, El
Espinillo y Arroyo del Tala.
El Sr. Roberto Young, colaborador del Grupo
Conservacionista, en visita al Archivo General de la Nación, observó que el
censo en cuestión había sido digitalizado recientemente. Con esta información,
los integrantes del Museo Paleontológico solicitaron el acceso a dicha
documentación histórica al Departamento de Documentos Escritos del Archivo
General de la Nación. De esta forma, una vez obtenidos, los ocho folios
digitalizados fueron desglosados para extraer la información estadística de
nuestra zona a mediados del siglo XVIII.
Datos del censo
En los documentos se observan los nombres y apellidos de
las personas que componían las familias que habitaban la zona. Éstos se
complementan con detalles de procedencia, edades, datos de cónyuges e hijos,
lugar que habitaban y sus ocupaciones. También, si las familias convivían con
esclavos, mulatos o aborígenes.
Los datos están centrados en las tres zonas fundacionales
de la población del partido: Arroyo del Tala, Rincón de San Pedro y El
Espinillo.
En el sector de Arroyo del Tala existían 18 viviendas; en
el Rincón de San Pedro, otras 18 viviendas; y en El Espinillo, tan sólo 5
viviendas, censadas todas por orden de Arellano.
De las ocupaciones se desprende que la mayor parte de los
jefes de familia censados, realizaban tareas rurales, diferenciadas éstas en
labranza de la tierra y cuidado del ganado, principalmente, vacuno y caballar.
También se observan personas que desarrollaban trabajos
temporales o “changas” en las diferentes casas y estancias de la zona, a las
que se refiere con el término de “conchabados”.
En cuanto a las edades de los jefes de las familias
censadas se registra un promedio cercano a los 33 años, con raras excepciones
que superaban los 50.
Los habitantes de las viviendas eran mayormente
numerosos, si se tiene en cuenta que convivían los jefes de familia con sus
hijos, la servidumbre y familiares de ésta.
Los 62 apellidos
del año 1744
Es lógico deducir que analizando este padrón se pueden
conocer los apellidos más antiguos que se establecieron en nuestro partido,
muchos de los cuales se siguen registrando actualmente. Otros, en cambio, no
son comunes o directamente no tienen presencia en San Pedro y sus localidades.
De la lectura de los documentos se puede realizar el
siguiente listado:
Piñero, Cuytiño, Luján, Carrizo, Gutiérrez, Lemus, Ponce,
Cisneros, Oliveros, Maldonado, Santa Cruz, Barco, Bravo, Galván, Zeliz,
González, Falcón, Bargues, Jaimes,
Leyos, Cárdenas, Ruiz Díaz, Quintana, Ávalos, Belén, Álvarez, Tabarez,
Saavedra, Rodríguez, Romano, Gómez, Moreno, Carabajal, Almada, Irala, González,
San Martín, Cabrera, Sosa, Nardone, Peralta, Mena, Zapatero, Silva, Zerrato,
Flores Valenciano, Chaparro, Andrada, Artaza, León, Muñoz, Olaso, Acosta,
Moreyra, Rozas, Díaz, Basualdo, Benavídes, Córdoba, Cardozo, Aranda y Vicencio.
Para los interesados, la totalidad de los documentos y
sus correspondientes transcripciones, estarán a disposición en
www.gcfsanpedro.wordpress.com o en el facebook del Museo Paleontológico de San
Pedro.
Algunos datos de José Ruiz de Arellano
Casado en primeras nupcias con Rosa de Giles de Monsalvo,
destinó un terreno para la construcción de una parroquia, en advocación de San
Antonio de Padua. Su esposa fallece en 1736 y contrae segundas con María
Teodora de Suero y Giles -sobrina de su primera esposa-, en 1737.
Se reconoce el 23 de octubre de 1730 como fecha de
fundación de San Antonio de Areco, pues se crea la parroquia del pueblo, por
disposición del cabildo eclesiástico de Buenos Aires.
Ruiz de Arellano, falleció en 1752, y sus restos
descansan en la iglesia de La Merced, en la ciudad de Buenos Aires.
(Informe del Grupo Conservacionista de Fósiles)