El caso de Juan Quintana, histórico mozo de bares tradicionales de la ciudad, y su esposa Lidia, fue tomado como ejemplo por el diario “Clarín” en el Día Mundial contra la Hepatitis.
Los sampedrinos están entre los primeros argentinos que pudieron tratarse con los nuevos medicamentos contra la Hepatitis C, una de las variedades más graves de la enfermedad.
“Hace dos años, Juan Quintana, de San Pedro, en la provincia de Buenos Aires, sufrió una descompostura, y acudió a ver al médico. Le hicieron varios análisis, y le detectaron que se había infectado por el virus de la hepatitis C. Pasó el tiempo, y su esposa, aunque no tenía síntomas, fue invitada a hacerse el test: también estaba infectada. Juan y Lidia accedieron a tratarse con nuevos fármacos y ya están curados” comienza el relato Valeria Román, cronista de la nota.
A continuación, parte del texto de la publicación:
“El hombre, de 75 años, y su esposa, Lidia, de 70, están entre los primeros argentinos que pudieron tratarse con los nuevos “agentes antivirales de acción directa”, que fueron aprobados a partir del año pasado y que ofrecen una tasa de curación mayor al 90 por ciento.
En los años noventa, la tasa de curación de otros medicamentos no superaba al 10 por ciento.
"Cuando me detectaron el virus, no sabía nada de la hepatitis C. Estaba con un cuadro avanzado, porque tenía cirrosis en el hígado, y estuve al borde de entrar a la espera de un trasplante", contó Juan a Clarín.
El hombre está jubilado como músico. Con Lidia, tuvo 4 hijos y 3 nietos. Lo derivaron a una médica hepatóloga, y el año pasado leyó una nota en Clarín en la que se hablaba de los tratamientos para su enfermedad.
"Caí enfermo por una neumonía el año pasado, y tuvieron que internarme. En el hospital, le propusieron a mi esposa hacerse la prueba para la hepatitis C, y le dio positivo. Una vez que salí de la internación, con mi médica hepatóloga, hicimos los trámites para conseguir los medicamentos", detalló el hombre.
Tanto Juan como Lidia recibieron el tratamiento durante tres meses. Luego, les practicaron varios análisis de sangre y de carga viral. "Ya nos dieron el alta, porque el virus desapareció. Sólo iremos en setiembre por un control", adelantó.
"Es una gran emoción sentir que estamos curados. Sabemos que es un gran avance médico. Sólo nos cuidamos más en las comidas. No tomamos alcohol, y comemos más frutas, verduras, pescados y pollo. Poca carne vacuna", comentó”.