La decisión de la Justicia de liberar al conductor de la camioneta a bordo de la que secuestraron un arsenal, el domingo pasado, generó sorpresa y rechazo.
La libertad se otorgó pocas horas después de la detención, cuando se produjeron las primeras constataciones sobre identidad y domicilio.
La investigación sobre el origen y destino de la gran cantidad de municiones que transportaba pasó a la Justicia Federal.
En cuanto a las armas, no hay precisiones sobre si estaban o no en condiciones legales de portación.
Mientras tanto, hasta el momento no pudieron precisarse los motivos por los que el hombre de 41 años, oriundo de la ciudad de Buenos Aires, estaba en ese momento de la madrugada del domingo en calle Máximo Millán, cuando decía buscar a alguien en Villa Igoillo.
