Un empleado municipal denunció ser víctima de una agresión, como consecuencia de un operativo realizado mientras trabajaba.
En momentos en que se dirigía caminando a hacer compras en cercanías de su domicilio, al pasar frente a la vivienda de un vecino, a unas veinte cuadras por la misma calle, recibió varios piedrazos.
De acuerdo a lo expresado, las piedras fueron arrojadas a través de una gomera, y sufrió escoriaciones en diversas partes de su cuerpo.
El conflicto se habría iniciado cuando el trabajador secuestró un caballo al agresor.
Tomó intervención la UFI 7, que inició actuaciones por “Lesiones”.