Los restos de un Toxodon con marcas en los huesos del antebrazo, correspondientes al accionar de insectos, fueron descubiertos por integrantes del Grupo Conservacionista de Fósiles.
Los rastros indican la posibilidad de que termitas habitaran en esta zona, una posibilidad que hasta ahora no tenía rastros tan concretos.
El equipo que coordina el Museo Paleontológico "Fray Manuel de Torres", identificó al fósil hallado como el de un Toxodón, "un mamífero que habitó las llanuras pampeanas hasta hace unos 8.500 años atrás", destacó José Luis Aguilar.
El detalle que atrajo la atención "fueron unas extrañas marcas presentes en los huesos del antebrazo del animal, que mostraban, claramente, señales de haber sido devorados por algún animal prehistórico".
"Las marcas de las mordidas, distribuidas en diferentes sectores de la superficie del fósil, se presentan en patrones con forma "estrellada", con líneas radiales que parten desde un mismo punto", sostuvo el director.
Agregó además que ese patrón "se repite en varios sectores y son notorias a simple vista.
A su vez, algunas se agrupan o superponen unas con otras, conformando una especie de "mancha" calada en el hueso fosilizado que las hace más notables aún".
Tras asegurar que este tipo de marcas en un fósil son "extremadamente raras" se las cotejó con otras descubiertas en lugares tan distantes como Etiopía, Tanzania y Sudáfrica donde, décadas atrás, se han registrado ataques de insectos sobre huesos fósiles de humanos y animales.
Eduardo Tonni, Jefe del Departamento de Paleovertebrados del Museo de La Plata, y Mariela González, del Instituto INCUAPA-CONICET (Facultad de Ciencias Sociales -Universidad del Centro, Olavarría), coincidieron en que las marcas "corresponden al accionar de insectos".
"A partir de este intercambio de datos, el equipo del Museo de San Pedro comenzó a relevar la existencia de termitas en esta área en tiempos prehistóricos", aseguró Aguilar.
Precisó que estos insectos "se ha retirado de la provincia de Buenos Aires, ocupando zonas por encima del paralelo 32, donde predominan condiciones de clima subtropical. Sólo existe una pequeña población en las sierras de Tandil y otra en península Valdez, Chubut, que podrían ser grupos relictuales (sobrevivientes) de épocas pasadas".
El director del Museo añadió que "las marcas de mordidas en los fósiles hallados en San Pedro permiten sumar un registro muy valioso para los especialistas que estudian los insectos, su comportamiento, distribución y hábitos climáticos en épocas remotas a través del análisis de los fósiles. Una oportunidad verdaderamente escasa en la paleontología del Cuaternario sudamericano".