La Cámara de Diputados aprobó por amplia mayoría y giró al Senado el proyecto impulsado por el gobierno nacional para establecer como obligatoria la sala de tres años, con el objetivo de lograr la inclusión de unos 400.000 alumnos en el primer año del nivel inicial.
La iniciativa fue sancionada por 206 votos con el respaldo del interbloque Cambiemos, del Frente Renovador, el kirchnerismo y otras bancadas menores, mientras el rechazo cosechó cinco votos, de los cuales tres fueron aportados por Compromiso Federal, mientras que la izquierda se abstuvo.
El proyecto logró un amplio consenso dado que el oficialismo aceptó incorporar una reforma para que el Estado garantice los recursos no solo para la construcción de los jardines sino para los gastos corrientes que demandará los salarios del personal.
Este punto fue la principal crítica expuesta en el debate por los bloques opositores que reclamaban que el financiamiento a las provincias desde el gobierno nacional.
Otro de los debates que se planteó es si el Estado debe obligar a los padres a escolarizar a sus hijos a los tres años, y así lo planteó la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, quien dijo que "se debe garantizar el acceso" a la sala de 3 pero "no debería ser obligatorio".
El proyecto establece "la obligatoriedad escolar en todo el país y se extiende desde la edad de tres (3) años hasta la finalización del nivel de la educación secundaria".
Además fija que el gobierno nacional, los gobiernos provinciales y el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tendrán la responsabilidad de celebrar acuerdos con el fin de crear gradualmente "las condiciones para hacer efectivo el derecho de las niñas y los niños a la educación inicial a partir de los tres (3) años, atendiendo las desigualdades sociales y educativas".