Susana Ceballos, la hija de la mujer de 93 años asaltada durante el fin de semana contó las características del engaño perpetrado por un delincuente que simulaba ser vendedor ambulante.
“Mamá nunca queda sola, pero me fui un minuto a casa de una amiga, a media cuadra, y no pasaron diez minutos. Cuando salgo, mi mamá estaba a los gritos” explicó la mujer.
“Cuando llego, me cuenta que un tipo le dijo que venía a venderle las bolsas de parte de la hija, a 400 pesos. A mi mamá le llamó la atención pero sacó el monedero. El ladrón no se lo arrebató pero la apuró, y se llevó la plata” relató Susana.
Al advertir que su madre fue víctima de un hecho delictivo, Ceballos comenzó a consultar en el barrio para detectar casos similares.
“Le pregunto a los vecinos y a varios les pasó lo mismo. Mamá no se olvida del rostro del delincuente, y junto a dos o tres vecinos pudieron hacer el identikit” agregó.
La víctima del hecho no resultó golpeada durante el hecho, aunque “pasó un momento horrible” dijo su hija.
“Acá cualquiera entra y sale. La policía hace lo imposible, pero no alcanza” remarcó Ceballos.