El segundo caso de estafa telefónica en menos de 24 horas tuvo como damnificada a una mujer de 70 años.
Esta madrugada, mientras estaba en su casa, recibió un llamado telefónico en el que le decían que tenían secuestrada a su hermana.
El presunto secuestrador advertía que, si no quería que la golpeara, debía entregarle el dinero de la jubilación.
Sin advertir que se trataba de un engaño, la mujer dejó la plata en el lado externo de la puerta de la vivienda, tal como se lo indicaron.
La víctima del hecho no pudo observar a quienes pasaron a retirar el dinero.
Sin embargo, ante el llamado de un familiar, poco después, pudo constatar que era una estafa.