El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de San Nicolás absolvió a Milcíades Lencina por el brutal crimen de María Florencia Cresta.
Además, la Justicia entendió que tampoco podía probarse que fuera responsable de comercialización de estupefacientes.
De tal forma, después de cuatro años con prisión preventiva (parte en la cárcel, parte en su domicilio), Lencina recupera la libertad.
El proceso de instrucción de la causa atravesó dos etapas claramente diferenciadas, ya que en una primera instancia la investigación estuvo a cargo de la Dra. Gabriela Ates, de la UFI 7. Cuando ésta fue suspendida, el responsable de la imputación en el Juicio Oral fue el Dr. Marcelo Manso, de la UFI 5, que debió basarse en las pruebas con las que contaba.
El asesinato de Florencia Cresta, de 32 años, quedó de tal forma impune.
El cuerpo de la joven apareció sin vida el 19 de noviembre de 2013 en una zanja situada en proximidades de un cementerio parque, en las afueras de la ciudad. Había desaparecido una semana antes.
Si bien pudo establecerse que murió ahorcada con una correa que rodeaba su cuello, y que no había sido asesinada en el lugar del hallazgo, hubo otros datos que no pudieron establecerse con precisión. En su cabeza presentaba un fuerte golpe.
El vínculo de Florencia con las drogas rodeó la investigación de ciertos indicios que nunca llegaron a confirmarse.