El peligroso delincuente Roberto Gerardo Branto Ayala, detenido ayer por el asalto a un distribuidor y el asesinato del policía Nelson Lillo, era buscado incluso antes de que participara del tiroteo del jueves pasado.
Sus frondosos antecedentes judiciales fueron fraguados en hechos delictivos perpetrados en distintos puntos del país, como partícipe de las bandas del Gordo Valor, La Garza Sosa, el “Ruso” Lorhman y los “12 apóstoles”.
Pese a las condenas sucesivas, y en algunos casos acumuladas, por tres secuestros, al menos tres robos a bancos y otros delitos graves, había recibido beneficios que permitieron que escapara de la Justicia.
El periodista Ignacio González Prietto publicó en su cuenta de Twitter que Branto Ayala había sido condenado a 28 años y 6 meses de prisión, que venían en 2027. Estaba a disposición del Juzgado de Ejecución Penal Nº1 de San Isidro.
Sin embargo, con todos sus antecedentes a cuestas, tenía salidas permitidas.
Luego de la última transitoria de la Cárcel de Ezeiza, el 17 de octubre de 2017, no se reintegró.