Con una convocatoria que superó la capacidad del salón de la Agencia del INTA San Pedro se concretó el primero de los dos encuentros planificados para comenzar la huerta otoño invierno en el partido de San Pedro.
Fueron más de 90 personas que asistieron a la charla brindada por Mariel Mitidieri y Martín Barbieri, en un espacio de conversación lleno de preguntas y aprendizajes realizados por los propios huerteros.
Esta vez el eje fue el manejo de enfermedades y la elaboración de extractos naturales para su control.
El próximo encuentro será el viernes 9 de marzo a las 9 de la mañana, con la participación de Gonzalo Segade, un especialista en plagas del INTA San Pedro. En esa ocasión, quienes aún no hayan recibido semilla, podrán retirarla.
Si bien desde siempre se ha llevado registro de la entrega, desde 2017 esto está informatizado y es llevado a mapas dinámicos para evaluar el impacto de la actividad realizada.
Los números
Simultáneamente a la capacitación, se entregaron 115 kits de semillas a los asistentes, algunos que no pudieron quedarse al encuentro.
La actividad fue registrada por un equipo coordinado por Verónica Liljesthrom, la responsable local del programa, que contó con 4 personas registrando información sobre la entrega de semilla.
Si bien el 78% fue de huerteros de San Pedro debido a que la convocatoria estuvo direccionada a este grupo a través de mensajes de texto, participaron huerteros de distintos parajes del partido, y de las localidades de Río Tala, Pueblo Doyle, Gobernador Castro, Santa Lucía y Vuelta de Obligado.
Uno de los datos más salientes de la entrega, es que el 64% de las personas que recibieron el kit pertenecen a familias de 4 o más integrantes (el 50% tienen entre 4 y 6 integrantes).
Además, el 52% de los jefes de familia de los hogares corresponde a situaciones informales, precarias o de bajos ingresos y el 15% recibe asignación universal por hijo.
El 81% de los participantes, ya había realizado huerta al menos el año anterior, y de estos solo el 10% no pudo consumir porque tuvo problemas con el cultivo.
En este sentido, también es relevante un dato que se quiso conocer y que apunta a la sostenibilidad de la huerta como modo de soberanía alimentaria, es que el 63% guarda algún tipo de semilla para el año siguiente, principalmente cebolla, acelga, lechuga, albahaca, tomate, zapallo y rúcula.
Finalmente, el 75% de los casos la huerta se realiza para consumo propio, existiendo un importante componente de frutales para acompañarla. El resto además, regala, intercambia o vende lo que le sobra.