Descubren el fósil de un bagre de 200.000 años de antigüedad

Un equipo del Museo Paleontológico de San Pedro realizó un nuevo hallazgo de gran relevancia en el yacimiento de “Campo Spósito”: el fósil de un bagre de 200.000 años. La pieza, parte del cráneo del pez, fue descubierta durante tareas de muestreo en el Bajo del Tala que realizaban  José Luis Aguilar (Director del Museo Paleontológico de San Pedro), la Dra. Analía Forasiepi (IANIGLA-CONICET) y el Sr. Damián Voglino (el primero en observar el fósil en el terreno),  Este nuevo descubrimiento refuerza la teoría de que la zona fue un río prehistórico, lo que abre nuevas perspectivas para comprender la fauna y el ecosistema de la región durante el Pleistoceno medio. El pequeño hueso, de apenas 2 centímetros, proporciona valiosa información sobre las características del curso de agua y las especies que lo habitaban.

Recuperan un herraje naval en donde explotó el “Republicano”

Un vecino de Vuelta de Obligado recogió, en proximidades del sector en donde explotó el “Republicano”, un herraje que podría pertenecer al buque que formó parte del buque que participó de la batalla del 20 de Noviembre de 1845. 
Mario Lozano, quien lleva adelante tareas de recolección de totoras, estaba pescando a remo cuando, al sacar la línea, observó que uno de los anzuelos había enganchado un hierro oxidado. 

Su esposa subió fotos del elemento a Facebook, llegando la misma al Grupo Conservacionista a través de Vanesa Muñoz. 
El objeto mide 31 centímetros de longitud, es de sección cuadrangular, de 1,5 centímetros por lado; tiene punta en uno de sus extremos y, en el otro, una tuerca que ha sido adosada al cuerpo principal a modo de cabezal. A unos 5 centímetros de esa tuerca, posee un hierro cuadrado y plano, de 3 centímetros por lado, adherido en caliente al cuerpo principal. Su estado general, a pesar de la oxidación, es bueno.
En un primer momento se barajaron varias hipótesis sobre el uso que podría haber tenido aquel viejo elemento, hasta que se fueron cerrando diferentes detalles del curioso hallazgo.

La forma de “clavo muy grande”, indica que debió usarse para ser fijado en una madera o similar. El hierro cuadrado y plano que posee actuaba de  “tope”, al clavarse el elemento en dicha madera.
El tramo comprendido entre ese “tope” de hierro y el extremo donde está la tuerca, también fijada en caliente, se presenta redondeado. Esto indica que allí se ataba algún elemento tipo cuerda o soga.

El lugar donde se lo “pescó” aporta un detalle importante para comprender de qué se trataba.
Lozano extrajo ese hierro en la zona donde el 20 de noviembre de 1845 explotó el “Republicano”, buque que defendió la línea de cadenas durante la batalla de la Vuelta de Obligado…
Para el Grupo Conservacionista de San Pedro, podría tratarse de una pieza del mismo navío que ellos, en octubre de 2015, localizaron hundido en el río Paraná, a 20 metros de profundidad.

Las características del elemento hallado permiten asegurar que se trata de un viejo cabillero secundario, elemento de hierro que se insertaba en los mástiles de madera de los navíos antiguos para poder sujetar las sogas o cabos del velamen de la embarcación.
Lo llamativo de la pieza es su longitud. Como posee unos 20 centímetros del largo total destinados a clavarse en la madera, el mástil para el que fue construido ese objeto debió haber tenido un diámetro importante ya que, de haber sido delgado, clavarle un hierro así podría haberlo perjudicado. Para el Grupo Conservacionista de San Pedro, “no quedan demasiadas dudas de que se trata de un herraje proveniente del “Republicano” al volar éste en pedazos por el incendio intencional de su depósito de pólvora. De acuerdo a las crónicas del comandante de la flota inglesa, la enorme explosión pudo oírse desde varios kilómetros a la redonda, lo que significa que la fuerza de la onda expansiva debió haber arrojado objetos de los más variados a centenares de metros de distancia.  Y Lozano, decenas de años después, arrojó su línea de pesca en la zona de aquella tremenda explosión…”
Desde el Museo Paleontológico infieren que “el largo del cabillero y el diámetro de los mástiles del `Republicano´, se ajustan perfectamente uno con otro. Los palos del buque criollo eran de 50 centímetros de diámetro y el tramo que el objeto tiene destinado a penetrar en la madera es de 20 centímetros, lo que demuestra que estaba hecho para clavarse en un mástil de importantes dimensiones.”
Hay que recordar que en el lugar donde se extrajo el objeto se hundió un solo buque con tamaño de mástiles suficiente como para clavar un hierro como ese. También hay que tener en cuenta que los barcos donde se sujetaron las cadenas no poseían mástiles ya que, según un parte del mismo Comandante General Lucio Mancilla, él mismo ordenó quitárselos antes de colocarlos en la línea de defensa. Por lo tanto, el único que estaba en ese sector con mástiles importantes y que voló por los aires en pedazos, fue el “Republicano”.

Por otro lado, se revisó un detalle que resultó importante. En uno de los mástiles del “Republicano”, extraído accidentalmente por otro pescador 20 años atrás, se observó una pieza de hierro de idénticas características pero quebrada, clavada aún en dicho mástil. Al comparársela con el cabillero recuperado por Lozano, se comprobó que ambas son exactamente de la misma forma y grosor: de sección cuadrangular y de 1,5 centímetros por lado. Probablemente, ambas piezas podrían haberse fabricado para la misma embarcación.
 
Un solo barco se hundió en ese lugar, con mástiles con tamaño suficiente donde insertar un objeto como este cabillero. Un solo barco explotó en ese lugar como para expulsar por el aire objetos y esquirlas a decenas de metros. Por ubicación geográfica, por características del objeto y por contexto histórico, este elemento aporta un nuevo detalle al conocimiento que el Grupo Conservacionista viene reuniendo de ese naufragio histórico.