Un vecino de Vuelta de Obligado recogió, en proximidades del sector en donde explotó el “Republicano”, un herraje que podría pertenecer al buque que formó parte del buque que participó de la batalla del 20 de Noviembre de 1845.
Mario Lozano, quien lleva adelante tareas de recolección de totoras, estaba pescando a remo cuando, al sacar la línea, observó que uno de los anzuelos había enganchado un hierro oxidado.
Su esposa subió fotos del elemento a Facebook, llegando la misma al Grupo Conservacionista a través de Vanesa Muñoz.
El objeto mide 31 centímetros
de longitud, es de sección cuadrangular, de 1,5 centímetros por lado; tiene
punta en uno de sus extremos y, en el otro, una tuerca que ha sido adosada al
cuerpo principal a modo de cabezal. A unos 5 centímetros de esa tuerca, posee
un hierro cuadrado y plano, de 3 centímetros por lado, adherido en caliente al
cuerpo principal. Su estado general, a pesar de la oxidación, es bueno.
En un primer momento se
barajaron varias hipótesis sobre el uso que podría haber tenido aquel viejo
elemento, hasta que se fueron cerrando diferentes detalles del curioso hallazgo.
La forma de “clavo muy grande”, indica que debió usarse
para ser fijado en una madera o similar. El hierro cuadrado y plano que posee actuaba
de “tope”, al clavarse el elemento en
dicha madera.
El tramo comprendido entre ese
“tope” de hierro y el extremo donde está la tuerca, también fijada en caliente,
se presenta redondeado. Esto indica que allí se ataba algún elemento tipo
cuerda o soga.
El lugar donde se lo “pescó” aporta
un detalle importante para comprender de qué se trataba.
Lozano extrajo ese hierro en
la zona donde el 20 de noviembre de 1845 explotó el “Republicano”, buque que defendió la línea de cadenas durante la
batalla de la Vuelta de Obligado…
Para el Grupo Conservacionista
de San Pedro, podría tratarse de una pieza del mismo navío que ellos, en
octubre de 2015, localizaron hundido en el río Paraná, a 20 metros de
profundidad.
Las características del
elemento hallado permiten asegurar que se
trata de un viejo cabillero secundario, elemento de hierro que se
insertaba en los mástiles de madera de los navíos antiguos para poder sujetar
las sogas o cabos del velamen de la embarcación.
Lo llamativo de la pieza es su
longitud. Como posee unos 20 centímetros del largo total destinados a clavarse
en la madera, el mástil para el que fue construido ese objeto debió haber
tenido un diámetro importante ya que, de haber sido delgado, clavarle un hierro
así podría haberlo perjudicado. Para el Grupo Conservacionista de San Pedro, “no
quedan demasiadas dudas de que se trata de un herraje proveniente del
“Republicano” al volar éste en pedazos por el incendio intencional de su
depósito de pólvora. De acuerdo a las crónicas del comandante de la flota
inglesa, la enorme explosión pudo oírse desde varios kilómetros a la redonda,
lo que significa que la fuerza de la onda expansiva debió haber arrojado
objetos de los más variados a centenares de metros de distancia. Y Lozano, decenas de años después, arrojó su
línea de pesca en la zona de aquella tremenda explosión…”
Desde el Museo Paleontológico infieren
que “el
largo del cabillero y el diámetro de los mástiles del `Republicano´, se ajustan
perfectamente uno con otro. Los palos del buque criollo eran de 50 centímetros
de diámetro y el tramo que el objeto tiene destinado a penetrar en la madera es
de 20 centímetros, lo que demuestra que estaba hecho para clavarse en un mástil
de importantes dimensiones.”
Hay que recordar que en el
lugar donde se extrajo el objeto se hundió un solo buque con tamaño de mástiles
suficiente como para clavar un hierro como ese. También hay que tener
en cuenta que los barcos donde se sujetaron las cadenas no poseían mástiles ya
que, según un parte del mismo Comandante General Lucio Mancilla, él mismo
ordenó quitárselos antes de colocarlos en la línea de defensa. Por lo tanto, el
único que estaba en ese sector con mástiles importantes y que voló por los aires
en pedazos, fue el “Republicano”.
Por otro lado, se revisó un detalle
que resultó importante. En uno de los mástiles del “Republicano”, extraído
accidentalmente por otro pescador 20 años atrás, se observó una pieza de hierro
de idénticas características pero quebrada, clavada aún en dicho mástil. Al
comparársela con el cabillero recuperado por Lozano, se comprobó que ambas son
exactamente de la misma forma y grosor: de sección cuadrangular y de 1,5
centímetros por lado. Probablemente, ambas piezas podrían haberse fabricado
para la misma embarcación.
Un solo barco se hundió en ese lugar, con mástiles con tamaño suficiente donde insertar un objeto como este cabillero. Un solo barco explotó en ese lugar como para expulsar por el aire objetos y esquirlas a decenas de metros. Por ubicación geográfica, por características del objeto y por contexto histórico, este elemento aporta un nuevo detalle al conocimiento que el Grupo Conservacionista viene reuniendo de ese naufragio histórico.