Un grupo de vecinas de La Tosquera inició, durante las vacaciones de invierno, un merendero para los niños del barrio.
En el precario lugar, desafiando sus propias necesidades, elaboran panes y tortas fritas, entre otros alimentos, con la cocina de una casa de familia.
A fin de continuar con la tarea solidaria, requieren de una cocina o un mechero que esté destinado únicamente al merendero.
Enterados de la tarea que se realiza allí, el Movimiento Evita donó, en esta primera etapa, los alimentos requeridos. De todos modos, cualquier tipo de colaboración de otras instituciones o particulares es absolutamente necesaria.
Aquellos que puedan ayudar deben dirigirse personalmente a la primera casa a la derecha en el camino principal de acceso al barrio. Un cartel que reza "Bienvenidos al merendero" recibe a quienes lleguen al lugar.