Bajo el título "Hacia donde vamos...", la Sociedad Rural de San Pedro emitió un comunicado en el que manifiestan nuevamente críticas a la política y al sindicalismo, además de reivindicar su rol en el engranaje económico.
A continuación, el texto completo:
"Hacia donde vamos...
Algunas frases que son parte de la Historia Argentina vuelven a instalarse con un significado adaptado a los tiempos y a los políticos que asumen la responsabilidad de conducir los destinos del país.
Estamos atravesando épocas de vacas flacas y sufriendo las consecuencias de una década "dinamitada". Ni el gobierno se animó a predecir lo que claramente sabían que iba a ocurrir, después de años en los que muchos olvidaron que se pueden dejar de pagar muchas cosas, menos las consecuencias.
Después de tantos años de mentiras y de una política relatada de una forma y ejecutada de otra, nos estamos enfrentando a la verdad que se debió exponer con tiempo.
Aquellos supuestos éxitos del 2003 con una devaluación comparable al Rodrigazo, comodities a valores históricos y otros delirios, nos llevaron al fondo del mar pero con canto de sirenas.
Dólares de diferente precio dependiendo su uso, cepo y corrales variados que sólo parecían preocuparnos a algunos;.todo eso nos trajo hasta aquí.
Nos encontramos ante la necesidad de que se consoliden las transformaciones para comenzar a revertir todos los desaciertos. Todos debemos hacer un esfuerzo, algunos sectores ya lo hicimos, y ahora es tiempo de que la política los asuma y concrete.
No se puede mirar para otro lado cuando un movimiento social que dice proteger a los que menos tienen gasta millones en carteleras para promocionar un Paro General y encubre a delincuentes disfrazados de dirigentes que deberían estar presos.
El pueblo realmente sufre angustias y penurias, pero desde quienes construyeron esta bomba de tiempo, se intenta enfrentar esas necesidades con sectores como el nuestro que produce y genera ingresos que luego "la política" elige cómo destinar.
Seguimos llamando la atención a nuestros dirigentes, por generaciones que se enquistan en el poder en todos los niveles. Legisladores cargados de asesores que son PYMES productoras de humo con sueldos, y gastos que no tienen, quienes realmente movilizan al país todos los días desde sus trabajos o empresas.
La vergüenza ha pasado de moda y la hipocresía desborda. Han transcurrido más de cincuenta años en los que las verdaderas transformaciones no llegan, por inoperancia o por interés.
Un país en el que millones de habitantes no tienen agua corriente o cloacas, en el que conectarse a la energía eléctrica con picardía delictiva termina siendo simpático o progresista, en el que los traficantes de la pobreza y el analfabetismo son imágenes religiosas para los empoderados de puestos en el Estado, tiene pocas posibilidades de cambiar su trayecto.
Seguimos pensando que somos del Primer Mundo porque unos cuantos cobran sueldos de esa escala, gracias al esfuerzo de muchos más. Estamos mal y no sabemos exactamente cuanto peor nos puede ir si este cóctel de inoperancia, falta de actitud y trampas políticas termina por enfermarnos a todos.
Los sectores que les hemos entregado divisas a diferentes gobiernos a través de los últimos años creemos que nuevamente debemos defendernos y alzar nuestras voces a favor de salvar a la Argentina, y no de seguir cavando en el fondo del mar pensando que un milagro nos hará salir".