La UFI 5 recibió esta semana los resultados del peritaje balístico ordenado en el marco de la causa que investiga el homicidio del Sargento de la Policía Local Nelson Lillo, en enero de este año.
El análisis de los peritos se concentró en las tres armas secuestradas en la escena (dos de la policía y una del delincuente abatido en el tiroteo) y decenas de vainas servidas y plomos.
"Se hizo un cotejo para ver cuáles de las tres armas dispararon. El peritaje es bastante voluminoso" explicó el Dr. Marcelo Manso.
La Asesoría Pericial también remitió en los últimos días el análisis de los datos contenidos en los teléfonos secuestrados. Si bien son varios cuerpos de expediente, falta todavía el cruzamiento de llamadas, para relacionar al hasta ahora único imputado en la causa, Branto Ayala, con los cómplices aún no identificados.