Integrantes de la Mesa por la Memoria, la Verdad y la Justicia de San Pedro construyeron, en el espacio cultural "Viejo Astillero", baldosas en homenaje a dos detenidas - desaparecidas durante la dictadura militar.
Las baldosas recuerdan a Graciela Rovini y Patricia Hall y serán colocadas en espacios vinculadas a ambas, antes de ser secuestradas y desaparecidas por el genocidio militar.
Graciela Rovini tenía 24 años cuando fue secuestrada de su domicilio en Capital Federal. Era docente, estaba casada y tuvo dos hijos. Militaba en el PRT-ERP. No hay testimonio de su paso por un centro clandestino de detención. Su hijo Matías Amado y sus dos nietos (hijos de Augusto, fallecido hace poco más de un año) formaron parte de la construcción de la baldosa.
Patricia Hall tenía 26 años, era socióloga y fue secuestrada-desaparecida un 15 de octubre de 1976, cuando se la llevaron de su trabajo en un policlínico privado. La misma suerte corrió su compañero de vida y militancia, a quien se lo llevaron de su casa ese mismo día. Ambos fueron vistos con vida antes de su asesinato en el Centro Clandestino de Detención Esma.