El Fiscal Marcelo Manso confirmó que la próxima semana elevará a juicio la causa contra Roberto Gerardo Branto Ayala por el asesinato del policía Nelson Lillo.
Además, cumplirá con la formalidad del sobreseimiento de Pablo Morel (porque la acción penal se extinguió con su fallecimiento en el tiroteo) y también se expedirá sobre la situación de la Oficial Lencina, quien repelió el ataque de los delincuentes junto a Lillo.
El titular de la UFI 5, que instruye la investigación por el brutal asesinato del agente de la Policía Local en enero de este año, también habló en "Somos Noticias" sobre el testimonio brindado en la última semana por el imputado, en el que intenta deslindarse del hecho.
Branto Ayala sostiene que llegó en una moto, desde Baradero, acompañado por Pablo Morel. En la esquina de Rivadavia y Arnaldo se encontraron con otras dos personas, en moto, con las que intentaba realizar una transacción comercial vinculada al alquiler de una vivienda en San Pedro. Siempre según su testimonio, Morel le pidió el casco y se fue del lugar con uno de los sampedrinos. Instantes después se produjo el asalto al camión repartidor en Rivadavia y Oliveira Cezar. Branto afirma que recibió dos balazos cuando intentaba arreglar la moto del otro sampedrino.
La hipótesis fue desmantelada por Manso, en base a pruebas y testimonios recogidos en la causa.
"Esta versión queda absolutamente descartada. Lo que hay en la causa son videos que enfocan la esquina de Arnaldo y Rivadavia y no se ve absolutamente nada de lo que dice Branto Ayala. Si se lo ve corriendo desde la esquina del hecho y doblar desde Rivadavia por Arnaldo, en donde se quita el casco" indicó el Fiscal. El ADN de la sangre que quedó en el lugar probaría que esa persona es Branto Ayala.
Manso también descartó cualquier posibilidad de que la bala que mató a Lillo haya sido disparada por su compañera. "El personal que interviene en el hecho baja del móvil, se acerca en forma paralela al camión en donde se registraba el asalto y es muy complicado, por la trayectoria que tienen los proyectiles, que un policía hiera al otro" explicó. Además, aclaró que el hecho de que todos los proyectiles hallados en el lugar sean 9 mm no implica nada en si mismo, puesto que muchos delincuentes utilizan armas de ese calibre.
En relación a la afirmación del abogado de Branto Ayala, sobre la ausencia de pruebas de dermotest que demuestren que su defendido disparó, agregó: "Yo no recuerdo haber ordenado un relevamiento de las manos de Branto Ayala. No lo hice o no es relevante. Lo agarraron 48 o 72 horas después y no tenía sentido porque cualquier rastro ya se había borrado".
Finalmente, ratificó que continúa la búsqueda del tercer implicado, que está mencionado en la causa, y al que Branto ubica en el lugar del hecho, incluso con un apodo.