Los guardavidas del complejo Mansa Lyfe que lograron salvar a Francisco, un niño de 3 años sin signos vitales el pasado domingo, relataron la dramática situación vivida en la tarde del domingo.
Cristian Belpolitti, con más de 20 años de experiencia en la profesión, fue uno de los encargados del rescate: "Fue una situación desagradable, no es algo que a nosotros nos guste. Somos alertados por gente que está en la playa por una situación que no alcanzamos a distinguir. Salimos corriendo, llegamos y encontramos a un nene de unos 3 años que no tenía signos vitales. Tenía todas las características de que se había ahogado. No tenía pulso, no respiraba e iniciamos la práctica del RCP".
Después de tres o cuatro ciclos completos, el pequeño recuperó el pulso. "Costó que respirara, pero inmediatamente lo hizo. Es una situación que se descontrola, es muy impactante, y hace que todo aquel que esté bien plantado nos ayude con la contención" destacó.
Por su parte, Jeremías Cajide coincidió en calificar a la experiencia como "desagradable" pero resaltó: "Pudimos reaccionar como equipo frente a la situación. Salió todo bien y para lo que estamos entrenados. A mí me tocó la contención y activar el servicio de emergencias".
En tanto, Ezequiel Maidana, que también participó de las maniobras de reanimación, relató, todavía conmovido: "Ver el chico ahí es terrible. El padre estaba gritando y llorando al lado, fue muy feo, son chicos de San Pedro, que son afiliados al camping, y los conocemos".