El Grupo Conservacionista de Fósiles recibió, por parte del vecino Martín Barrionuevo, el aporte de material fósil que se incorpora a la colección del Museo Paleontológico.
Barrionuevo observó hace un tiempo dos fragmentos que poseían dientes "planos, largos y curiosos".
Una pasada por el taller del museo posibilitó su restauración y acondicionamiento permitiendo unir los fragmentos hasta lograr determinar que se trataba de la rama mandibular izquierda de un gran mamífero acorazado de la especie Glyptodon munizi.
Aquellos animales, del grupo de los gliptodontes o armadillos gigantes, llegaron a pesar más de 1.200 kilogramos y su cuerpo estaba cubierto por una gruesa "armadura" o coraza que tenía unos 5 centímetros de espesor en los ejemplares adultos.
Eran herbívoros y recorrían la llanura en busca de pastos a los que trituraban con sus dientes planos adaptados para machacar vegetales. Las evidencias recabadas en nuestra zona permiten inferir que eran animales gregarios, es decir, que se mantenían en grupos o manadas.
La mandíbula fosilizada recuperada por el vecino proviene de la zona de barrio La Tosquera, un sector de nuestro partido donde el grupo del Museo Paleontológico viene observando y recuperando evidencias de la presencia de un antiguo y extenso pantano donde quedaron atrapados numerosos representantes de la fauna que habitó el norte de Buenos Aires hace unos 700.000 años, durante la etapa final de la edad Ensenadense.
La pieza acercada por Barrionuevo, de unos 35 centímetros de longitud y muy completa, contribuye a sumar datos, ejemplares y materiales de estudio para continuar la reconstrucción de aquel momento en la prehistoria de la región.