Personal de la Comisaría local y de la Dirección de Tránsito identificaron esta madrugada a un joven conductor que manejaba un vehículo en estado de ebriedad.
Cuando el móvil policial pasó por el lugar por el que el infraccionado caminaba, yéndose del lugar, le arrojó una piedra, que no llegó a ocasionar daños ni a lesionar a los efectivos. Posteriormente, logró fugar corriendo e ingresar a su vivienda.
Cuando una comisión policial se entrevistó con su padre, fue éste mismo quien sacó al hijo de la casa y lo entregó a la policía.
El instructor judicial en turno dispuso que se labren actuaciones por desobediencia, y que permanezca alojado a disposición de la Justicia en la dependencia policial.