Fernando Olmos, testigo clave para ubicar a Ulises Fernández en la escena del crimen de Ariel Gomila, sostuvo que la pasó "muy mal" durante toda la etapa de instrucción y en el juicio, por las amenazas recibidas.
"También en el juicio porque me atacaba el abogado defensor, pero me quedé firme en la verdad" expresó.
En su relato, describió lo que vio en la madrugada del crimen: "Yo pasaba por el lugar y en el momento del paso a nivel cuando hay un Gauchito Gil, escuché cuatro o cinco disparos. Agarré el caminito despacito en el Renault 12 y en un momento lo vi al señor este saliendo de la finca de Gomila. Era él con otra persona más. La otra persona no la alcancé a ver bien, se que era rubio. A Fernández lo conocía de antes".
Las intimidaciones se sucedieron durante los últimos años: "Me alcanzaban sobres con balas para que no declare. Venían a avisarme que no declare porque se complicaba todo. Se ponían en un auto al lado mío y me amenazaban con una 9 mm. Al mes y pico me cagaron a palos en la Comisaría, la pasé mal. La semana pasada me trajeron un sobre con tres balas para que no declare. Me querían prender fuego el auto" describió.
Además, anticipó que pedirá custodia a la Fiscalía y ayuda a la familia Gomila, porque de lo contrario tendrá que vender el auto "para poner una o dos personas que me cuiden".
Tras amenazarlo, en el Juzgado, con que lo iban a matar después del juicio, anoche se produjo otro episodio de intimidación. "Se pararon frente a mi casa con un Renault Logan azul" describió.