Matías López, el chofer del auto secuestrado el lunes al detectarse que había sido robado en 2013 en Malvinas Argentinas, aclaró públicamente su situación ante la Justicia.
López, de 24 años, era el conductor del vehículo al momento del procedimiento policial, y quedó imputado por "encubrimiento".
El vehículo, un Chevrolet Astra, tenía una patente apócrifa. La numeración de motor y chasis permitió comprobar el pedido de secuestro.
Si bien en un primer momento trascendió que se trataba de un auto que funcionaba como remise "trucho", López explicó que trabajaba como chofer a través de una agencia.
"Quiero aclarar que el auto no estaba habilitado, pero estaba en una agencia habilitada. Y había autos habilitados en ella" indicó.
El procedimiento se produjo luego de que un patrullero lo siguiera por varias cuadras: "A mi me mandan en un viaje a la calle Cruz Roja, levanto a dos personas, me mandan a otra dirección, bajan con unas cajas. No se lo que tenían, le entregan la plata a los chicos y volvemos a la misma dirección. Cuando venía por Boulevard Moreno y doblo en Cruz Roja el móvil me sigue. Los chicos se bajan corriendo y el móvil no hace nada. Doy la vuelta y retomo Boulevard Moreno, siempre con el patrullero atrás. Cuando la agencia me pasa un viaje le digo que no me lo pase porque creía que venía con un problema. Yo frené cuando me tocan la sirena. Me piden los papeles del auto y lo entrego".
Fue en ese momento, sostiene, cuando tomó conocimiento de la situación: "Uno de los oficiales me dice que estaba "hasta las manos" porque el auto tenía pedido de secuestro. Le dije que llamaba al dueño, y me dijo que tenía que ir a la comisaría. Apareció el dueño del auto, y dijo que supuestamente no sabía nada que era robado. Yo era chofer del propietario del auto, porque cuando trabajaba con la agencia me ofreció más dinero".
Como dato llamativo, aportó que con el mismo vehículo viajó a distintas ciudades, sin que hayan identificado la situación. "Yo con este auto he viajado a Campana, a San Nicolás o a Rosario. Incluso me pararon en Santa Lucía, tiraron los números y estaba todo bien".