El sábado pasado el anfiteatro del Vía Crucis se convirtió por primera vez en escenario de una ceremonia religiosa de unión matrimonial.
En ese marco natural incomparable, la pareja de Sol Altolaguirre y Mariano Reyloba recibió la bendición cristiana.
El lugar fue cedido tras realizar el trámite correspondiente ante el Ejecutivo Municipal.
La novia bajó las escalinatas del brazo de su padre, con su vestido blanco, y llamó la atención de quienes pasaban por la costanera, que se asomaron a presenciar el evento. Sobre el escenario la esperaba el novio, junto al pastor que ofreció la cálida bendición.
Familiares y amigos acompañaron la velada, que comenzó poco después de las 20:30, con un clima ideal. Tras la ceremonia religiosa, los novios compartieron una fiesta junto a sus allegados, en un salón privado.