Una niña de 13 años tuvo clavado en su glúteo un lápiz de madera durante más de tres meses, por una situación no detectada por los médicos.
Todo comenzó para Valentina a fines de noviembre, en una escuela de nuestra ciudad.
Ana, la madre, relató a "Noticias San Pedro" que el 26 de ese mes, pocos días antes de finalizar el ciclo lectivo, la llamaron desde el establecimiento educativo para pedirle que fuera a buscar a su hija.
"Cuando voy me encuentro con que tenía un corte en el glúteo derecho. Aparentemente se había producido cuando fue a entregar una prueba y volvió a sentarse. En ese momento se clavó algo, que no sabíamos qué era. La directora me dice que no saben con qué se lo había hecho, y que fueron a revisar al salón para ver si encontraron algo pero no hallaron nada" explicó.
Inmediatamente, Valentina fue revisada en la guardia del Hospital Subzonal "Dr. Emilio Ruffa". En el nosocomio se le practicó una radiografía. "Querían ver si había algo, pero no encontraron nada. Antes me explicaron que si era madera o plástico no se iba a ver" detalló Ana.
Los médicos practicaron las curaciones de rigor en la herida, de aproximadamente 1 cm, que a los pocos días comenzó a infectarse.
"La pediatra me dio antibióticos y ordenó una ecografía. En el estudio salía una mancha confundieron con un absceso, así que solo le hicieron un drenaje para que expulsara lo que tenía. Eso fue el 6 de febrero" precisó la madre. Sin embargo, la práctica no fue suficiente, y Valentina continuaba con dolores insoportables que en ocasiones le impedían desarrollar su vida normal.
Esta semana se desencadenaron los hechos que permitieron entender lo que sucedía: "Este lunes la vuelvo a llevar para otra ecografía y ahí ven que hay algo que no debería estar. Pido turno con un cirujano y me dice que le van a operar para sacar lo que está adentro de la herida. Sin embargo no llegamos, porque el miércoles a la noche, cuando voy a cambiar la venda, veo que se asoma la punta de algo. Al sacarlo, me encuentro con la mitad de un lápiz".
La principal hipótesis es que alguien dejó, accidentalmente o con la intención de generar una broma, el lápiz en el asiento de la niña en esa jornada del 26 de Noviembre.
Valentina se recupera favorablemente, pero la familia pretende que el caso se difunda para que se tome conciencia sobre lo sucedido. En principio, por la imposibilidad de detectar un cuerpo extraño de esa naturaleza en el cuerpo de su hija. Pero también para que se advierta la peligrosidad de algunas situaciones que se dan en los establecimientos educativos.