Un conjunto de cámaras de pequeñas y medianas empresas de distintas actividades productivas y comerciales pidieron a los bancos privados y públicos que instrumenten mecanismos financieros para evitar que la coyuntura por el aislamiento social obligatorio corte la cadena de pagos.
Más de 80 cámaras que agrupan a pymes firmaron un documento en el que solicitan a los bancos medidas para "superar de la mejor y más rápida manera los efectos de la inactividad" económica por el coronavirus Covid-19.
Aseguraron que "el stock de cheques diferidos negociados por esas empresas en poder de los bancos ronda los $ 220.000 millones", de los cuales "entre 35 y 40% vence en abril, es decir durante y post cuarentena obligatoria".
A esta situación se agregan "los valores en cartera que no fueron depositados y las facturas emitidas que deberían haber sido cobradas en este período".
Por ello proponen que "las entidades financieras actúen como banca de crédito y cubran los cheques de aquellos clientes que siempre han cumplido, para que se acrediten en las cuentas que lo depositaron".
También, solicitaron "un plazo lógico por estas deudas con baja tasa de interés, tomando como referencia el 24% que ofrece el Gobierno"; y que el Banco Central, de ser necesario, modifique normativas para que los bancos no tengan dificultades para facilitar esa operatoria.
Los empresarios pidieron "reperfilar las deudas de las PyMEs con las entidades financieras" y que el Estado destine fondos "para que no se corte la cadena de pagos bajo ningún concepto".
El documento enfatizó que los tres eslabones que sufren la inactividad económica son: el comercio "que compró mercaderías antes del 19 de marzo y emitió cheques para fechas posteriores"; el distribuidor mayorista o industria con cheques en cartera entregados al banco en forma anticipada; y la mediana empresa "proveedora de los anteriores, que tiene en su poder o entregados gran parte de estos cheques".