El Juzgado de Garantías dispuso la libertad de Rodrigo Rodríguez y Diego Franco, los dos imputados por el asesinato del camionero Néstor David Insaurralde.
La Dra. María del Valle Viviani había pedido la prisión preventiva de ambos, al entender que había elementos que los relacionaban con el crimen ocurrido en la ruta 9, a la altura de Río Tala, a mediados de septiembre.
A la espera una serie de pruebas científicas, ambos permanecerán en libertad mientras dure el proceso.
Varias de las pruebas fundamentales fueron consideradas insuficientes por el Juzgado. El calibre de las armas "tumberas" secuestrada durante los allanamientos en los que detuvieron a Rodríguez y Franco no coincide con la primera pericia balística, las imágenes de las cámaras de seguridad no son contundentes para la identificación y las almohadas robadas de la caja del camión nunca fueron halladas.
La Defensoría Oficial, a cargo del Pablo Vacani, había presentado el testimonio de una adolescente oriunda de la misma localidad y que menciona a otras personas como potenciales autores. Sin embargo, tampoco este testimonio fue contundente. El arma no fue encontrada en el lugar indicado por la testigo, y las personas que mencionó para ratificar su declaración no se presentaron a declarar, a pesar de ser citadas por la Fiscalía.