El gobierno bonaerense mantiene esta tarde una reunión virtual con representantes de los gremios docentes, para discutir la continuidad de las clases presenciales en medio de la segunda ola de coronavirus.
En principio, se analiza la posibilidad de restringir la presencialidad en los distritos que se encuentren en la fase 3, fundamentalmente en el conurbano bonaerense. Sin embargo, tampoco se descarta que la medida pueda extenderse progresivamente al resto del territorio bonaerense.
Funcionarios de las áreas de Educación y Salud analizan diferentes escenarios, y tuvieron expresiones públicas que abren diversas posibilidades.
Ayer, la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense ratificó la continuidad de las clases presenciales en la provincia al advertir sobre una noticia "falsa y errónea" que mencionaba la supuesta suspensión y "que circuló en redes sociales y en algunos medios de comunicación".
A través de su cuenta de Twitter, la dirección educativa resaltó que en la provincia se implementan "políticas sanitarias para priorizar el funcionamiento de los establecimientos educativos con la modalidad presencial, a partir de la permanente evaluación del nivel de riesgo epidemiológico"
En la reunión de esta tarde estarán, por el gobierno, la directora general de Cultura y Educación, Agustina Vila, y el viceministro de Salud, Nicolás Kreplak. En contrapartida con lo expresado por Educación, el funcionario deslizó en las últimas horas la posibilidad de “reducir la presencialidad” por el fuerte aumento de los contagios en la provincia.
“Nosotros en el sistema de fases tenemos contemplado que en caso de mucha circulación viral se puede aumentar la carga virtual del ciclo lectivo y reducir la presencialidad”, señaló.
Kreplak explicó que hasta el momento no registraron brotes en las escuelas, pero sí docentes y estudiantes que se contagiaron en su comunidad. “Entonces cuando uno reduce la circulación, reduce el riesgo de contagio”, explicó en diálogo con Radio La Red.
Del otro lado, estarán los secretarios generales de los cinco sindicatos que integran el Frente de Unidad Docente -Suteba, Feb, Udocba, Amet y Sadop-. Según supo Infobae, la mayoría de los dirigentes coincide en la necesidad de al menos reducir la presencialidad en los distritos más afectados por la segunda ola.
“El aumento tan acelerado de los casos requiere medidas de carácter restrictivo que impidan la propagación de los contagios en las escuelas, por lo que consideramos de suma importancia discutir las diversas situaciones que se presentan en cada una de las escuelas, examinar el cumplimiento de los protocolos, la dificultad en la cobertura de los cargos y la provisión de los insumos necesarios para garantizar el cuidado de estudiantes, docentes y auxiliares”, planteó el frente gremial en un comunicado.
Dentro del FUDB, hay posiciones más duras como la que tiene Udocba. Su titular, Miguel Díaz, no se conforma con una reducción de las horas en las aulas, sino que pidió por la suspensión de las clases presenciales en todo la provincia. “La circunstancias exigen hacer lo que hay que hacer. Es hora de actuar. Poner a salvo la salud y la vida debe ser la prioridad. El retorno a la virtualidad Tecnóloga mujeres el camino a seguir”, advirtió.
El sábado pasado se encendieron las alarmas en la comunidad educativa. El decreto firmado por Kicillof, que contempla la posibilidad de suspender las clases, se prestó a confusiones y distintos supervisores le pidieron a las escuelas que informaran que, desde el lunes, se interrumpiría la presencialidad.
Pronto el gobierno bonaerense y el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, salieron desactivar el cortocircuito y llevar tranquilidad. “Tal como lo expresa la normativa vigente, la provincia está implementando políticas sanitarias para priorizar el funcionamiento de los establecimientos educativos con la modalidad presencial, a partir de la permanente evaluación del nivel de riesgo epidemiológico. En pos de seguir priorizando una presencialidad cuidada para estudiantes, docentes y el conjunto de la comunidad, llamamos a las y los bonaerenses a reforzar fuera del ámbito escolar el cumplimiento de las normas de cuidado y las restricciones vigentes”, indicaron.
No obstante, algunos intendentes del oficialismo comienzan a ejercer presión. Si bien todavía no hay definiciones, para el ministerio de Salud bonaerense, “todos los indicadores están en rojo”, tanto la ocupación de camas como número de casos y el nivel de circulación en la calle. Por ende, es esperable que en las próximas horas sugieran al gobernador reducir la asistencia de chicos y docentes a las aulas.