A mediados de la década del noventa, el entonces concejal Américo Quintana presentó un proyecto de ordenanza para la construcción de un crematorio en el cementerio municipal.
La normativa fue aprobada, tras un extenso debate en comisiones, el 11 de Junio de 1999, hace casi exactamente 22 años. Pero nunca se concretó el llamado a licitación previsto en ese texto.
Ya en ese momento, Quintana planteaba "la gran necesidad de contar en San Pedro y para la zona con un Crematorio de Cadáveres y restos humanos" y que "la capacidad del cementerio local se ve superpoblada, resultando esto un inconveniente en un futuro no muy lejano". Ese futuro del que se hablaba en 1999 no solo se concretó, sino que empeoró sustancialmente a partir de la pandemia y los protocolos ante el fallecimiento de un paciente afectado por Covid-19.
"No se cómo, en qué circunstancias se hizo esto en el cementerio parque, todavía me pregunto por qué no se hizo acá. No se qué decir" sostiene Quintana, hoy director del cementerio municipal. "El proyecto estaba aprobado, las condiciones estaban dadas, e incluso yo quería que la línea de gas pasara por el barrio Futuro, que aún hoy en día no tiene gas".
El funcionario volvió a preguntarse "cómo se autorizó que saliera otro crematorio cuando estaba todo habilitado para instalarlo en el cementerio, y además era un negocio para las arcas municipales".
Quintana adelantó que se reunirá con el Intendente para incentivar la posibilidad de reactivar el proyecto: "Lo voy a hablar con el intendente para ver qué intenciones o qué recursos puede haber. Vamos a hacer el osario y brindar mínimas comodidades para quienes trabajan y quienes visitan el cementerio".